Roger Federer nació el 8 de agosto de 1981 a orillas del Rin, en la capital del cantón de Basilea, en la marca que separa Suiza de Alemania. Roger creció empero en un entorno de ganaderos y agricultores, en las afueras de Basilea. De ahí que sea un tipo sencillo, que no se siente a gusto entre ejecutivos con traje y maletín.
Agarró su primera raqueta a los ocho años, pero el fútbol y el hockey sobre hielo le mantuvieron indeciso hasta los catorce, en que se integró en la Federación Suiza de Tenis, donde lo pasó francamente mal porque lo sometieron a una intensa preparación en superficie sobre tierra.Por entonces tenía un carácter insoportable, tanto, que cuando entrenaba en los centros de alto rendimiento de Ecubles, en la zona alemana, o de Bienne, en la francesa, rompió infinidad de raquetas que lanzaba contra el suelo al fallar un golpe.
Federer tiene fijada su residencia en Munchenstein. Con su compatriota Martina Hingis, es el orgullo de Suiza, donde en 2003 fue elegido «Mejor Deportista del Año» y «Suizo del Año». Además, al término de aquella temporada la Asociación de Tenistas Profesionales lo proclamó «Mejor Jugador Europeo».
Compagina sus entrenamientos con la práctica de otros deportes, como el golf, el fútbol y el esquí alpino, y dedica algunos momentos a la marcha de la Fundación Roger Federer, que creó en diciembre de 2003 para atender a los niños desamparados de Sudáfrica y promocionar el deporte entre los jóvenes.
En 2001 confirmó que su proyección era imparable. .Al concluir el año 2003, la estrella suiza terminó en el segundo puesto de la Carrera de Campeones de la ATP tras ganar siete torneos